domingo, 3 de febrero de 2013

LA GUERRA MEXICO-NORTEAMRICANA

GUERRA MEXICO-NORTEAMERICANA:

La intervención estadounidense en México o guerra Estados Unidos-México fue un conflicto bélico que enfrentó a México y a los Estados Unidos entre 1846 y 1848. Este conflicto armado se inició por las pretensiones expansionistas de los Estados Unidos de América, cuyo primer paso fue la creación de la República de Texas —a la que el gobierno mexicano consideraba un territorio rebelde que podía reconquistar—, sobre una parte del territorio de Coahuila, Tamaulipas, Chihuahua y Nuevo México; este hecho, sumado a la demanda de indemnización al gobierno mexicano por los daños causados en Texas durante la guerra de independencia de ese antiguo territorio coahuilense y los intereses estadounidenses en adquirir los territorios de Alta California y Nuevo México, provocaron la invasión al territorio mexicano por parte del ejército estadounidense.
ANTECEDENTES:

Ya desde 1809 se habían observando pretensiones expansionistas por parte de los Estados Unidos. El Virrey de la Nueva España (México aún no era independiente) de aquel entonces inicia negociaciones con el gobierno de Washington para precisar límites entre la frontera norte novohispana y Estados Unidos. De esta manera consideraba que se frenarían los ímpetus de este país. Las gestiones del ya frágil gobierno virreinal español (que en plena guerra de la independencia española contra Francia iba perdiendo el control sobre sus colonias en América) concluyen con la firma del Tratado Adams-Onís, por el que España cede Florida, ya ocupada por tropas estadounidenses; a cambio Estados Unidos se compromete a no hacer más exigencias territoriales (Francia también les había vendido la Luisiana en 1803). También el gobierno estadounidense había pedido a la corona española el entrar en territorio novohispano con muchas facilidades a cambio de ser leal a la corona española, profesar la religión católica y hacer producir las tierras, condiciones que obviamente los estadounidenses desconocieron.
En 1821 México consiguió su independencia de España. Los Estados Unidos deseaban que continuaran las facilidades para la posesión de tierras, que el gobierno mexicano permitió. En 1822, el gobierno estadounidense reconoce a México como nación independiente y envía a Joel Roberts Poinsett como representante para firmar un tratado de amistad y comercio. Se firma un tratado de límites, pero el gobierno de Estados Unidos intenta anexionar Texas en 1825 ofreciendo un millón de dólares por la compra del estado. La propuesta se elevó a cinco millones dos años después, pero en ambos casos fue rechazada por México.
Hacia 1834 muchos colonos estadounidenses se habían establecido en Texas, que formaba parte de México, con el permiso del gobierno mexicano; Moses Austin fue uno de los principales promotores la llegada de inmigrantes anglosajones a Texas. Esta corriente fue alentada y apoyada también por Andrew Jackson cuyo antiguo colaborador, Samuel Houston, jugó un papel importante en el desenlace de esta invasión pacífica.
A los mexicanos les parecía injusto que los colonos estadounidenses hubieran recibido tierras gratis en Texas con unas condiciones que ellos consideraban generosas mientras que a los colonos les resultaban injustas u onerosas, como la prohibición de tener esclavos que era ilegal en México, la obligación convertirse en católicos, y además, acostumbrados a impuestos bajos y a una mayor libertad de comercio. Cuando se terminó el período de importación libre que les había concedido el gobierno mexicano, se negaron a pagar tributos y apoyaron el contrabando de productos mucho más baratos que traían naves estadounidenses a través del Golfo de México. La subida al poder de Antonio López de Santa Anna, que estableció un régimen centralista y represivo y pretendió el desarme obligatorio de los colonos, empeoró la situación más adelante.
Algunos prominentes generales como Manuel Mier y Terán, que era general comandante de los Estados Internos de Oriente, hicieron que el congreso de México en los tiempos en los que gobernó Anastasio Bustamante aceptara una serie de propuestas entre las que figuraban las siguientes:
  • Que Texas fuera habitada por españoles mexicanos.
Sin embargo, el proyecto nunca prosperó y las pocas medidas tomadas desaparecieron hacia 1832.
Texas declaró su independencia de México en 1836, habiendo un único mexicano, Lorenzo de Zavala, participante en ella, siendo todos los demás «texanos mexicanos rebeldes» (originarios de varios y diversos estados de Estados Unidos). Tras sufrir varias derrotas (la más conocida fue la batalla de El Álamo), los rebeldes vencieron finalmente a las tropas al mando de Santa Anna en la batalla de San Jacinto, capturando al presidente; este firmó en prisión el Tratado de Velasco, en el que reconoció la independencia del nuevo estado y la frontera del río Bravo. México desconoció la validez del Tratado, la independencia de Texas y el nuevo límite fronterizo (el límite entre los estados de Tamaulipas y Texas era el río Nueces). En los años siguientes se produjeron algunas incursiones militares de tropas mexicanas que llegaron a ocupar San Antonio pero que acabaron replegándose en cada ocasión al sur de río Bravo.
En 1845 Texas ingresó como parte de Estados Unidos con categoría de estado y ese evento desencadenó los sucesos que habrían de conducir a la guerra. Ese mismo año crecieron las tensiones entre los dos países sobre estos territorios cuando el gobierno de EE.UU. ofreció pagar la deuda mexicana a los colonos estadounidenses si México permitía que EE.UU. le comprara los territorios de Alta California y Nuevo México, siendo rechazada la propuesta por el gobierno mexicano, rompiéndose las relaciones diplomáticas entre ambos países vecinos y se retiró de Washington el representante del gobierno mexicano, Juan Nepomuceno Almonte.
El envío de tropas por el presidente estadounidense James K. Polk al territorio disputado en la frontera texana, entre el río Bravo y el río Nueces, acabó desembocando en el primer enfrentamiento entre tropas de ambos países, que se produjo el día 25 de abril de 1846 al norte del río Bravo, en el lugar llamado Rancho de Carricitos, cuando una patrulla estadounidense de 63 hombres, al mando del capitán Seth Thornton que estaba en misión de exploración fue emboscada por fuerzas al mando del general Anastasio Torrejón.
Este enfrentamiento le dio a James Polk el motivo para pedir la declaración de guerra contra México, por lo que el Congreso de Estados Unidos declaró la guerra a México el día 13 de mayo de 1846, lo que le permitiría conservar Texas y apropiarse de los codiciados territorios de la Alta California y Nuevo México como indemnización de guerra. Finalmente se terminaría el enfrentamiento armado y la invasión de casi todo el territorio mexicano con la firma del Tratado de Guadalupe Hidalgo y la desocupación de la capital de México a partir del 2 de febrero de 1848.

DECLARACION DE LA GUERRA: 

El gobierno estadounidense hizo caso omiso de la opinión mexicana de que el límite de la frontera sur de Texas era el río Nueces y ordenó al general Zachary Taylor establecer tropas entre los ríos Nueces y Bravo. Para México se trataba de una ocupación de territorio perteneciente a Nuevo Santander, territorio mexicano en esa época, que abarcaba lo que hoy es el Estado de Tamaulipas y el territorio al norte del río Bravo (río Grande) hasta el río de las Nueces. El general Pedro Ampudia envió al general Taylor una carta intimándole que deshiciera su fuerte y se retirara hasta más allá del río Nueces. La carta fue ignorada, y las tropas estadounidenses avanzaron más al sur, hasta la desembocadura del río Bravo, donde comenzaron a construir el Fuerte Brown.
El primer choque armado se produjo el 24 de abril de 1846 en un lugar llamado Rancho Carricitos, que se encuentra en Texas, al norte del río Bravo y cerca del actual territorio mexicano de Tamaulipas, cuando una patrulla estadounidense de 63 hombres, al mando del capitán Seth Thornton que estaba en misión de exploración fue emboscada por lanceros al mando del general Anastasio Torrejón
Inmediatamente el presidente Polk solicitó al Congreso una declaración de guerra, iniciando su discurso con las famosas palabras: «Sangre estadounidense ha sido derramada en suelo estadounidense...» (El enfrentamiento se había producido en la zona de territorio que EE.UU. reclamaba como propio). El congreso de EE.UU. declaró la guerra el 13 de mayo de 1846. Los estadounidenses norteños y los whigs (republicanos) generalmente se opusieron a la guerra mientras que los sureños esclavistas y los demócratas tendieron a otorgar su apoyo. Por su parte, el general Taylor inició las hostilidades aún sin haber recibido la noticia de la declaración de guerra formal entre los dos países y así presentó batalla a los mexicanos al mando de Arista en Palo Alto y en la Resaca de la Palma o Resaca de Guerrero, el 8 y 9 de mayo.
México declaró la guerra diez días después, el 23 de mayo de 1846, enfrentando así una guerra para la que no estaba preparado ni económica, ni militarmente, teniendo un ejército que resultó no siempre equipado para el combate, y según el historiador Vicente Riva Palacio, en su obra México a Través de los Siglos, citado por Humberto Mussachio: «sus jefes, más preocupados por obtener empleos bien remunerados y otros privilegios, principalmente Santa Anna actuaron, con sus excepciones, impulsados por la cobardía y la traición.

EL BLOQUEO FRANCES (la guerra de los pasteles)

LA GUERRA DE LOS PASTELES:

La guerra de los pasteles fue el primer conflicto bélico entre México y Francia, y formalmente tuvo lugar entre el 16 de abril de 1838 y el 9 de marzo de 1839.
Las primeras décadas de la historia Independiente de México, fueron de anarquía y desorden en los aspectos económico, político y demográfico.
La inestabilidad del país se reflejaba en todos los órdenes de la sociedad, y en particular en las fronteras la migración ilegal y el contrabando eran comunes por la falta de vigilancia.
Debido a esto y muchos problemas, México estaba en la mira de los países extranjeros, dispuestos a intervenir cuando lo consideraran oportuno.
A partir de la consumación de la Independiente en 1821, los fraceses, que profesaban la misma religión, y además pertenecían a una cultura que influía grandemente en la mexicana, pudieron radicarse en el país, consagrandose al comercio, la pequeña industria, el artesanado e ingresando en el ejército nacional.
 
En 1827, se había celebrado un convenio con Francia bajo el nombre de "Declaraciones Provisionales", que sentaban las bases para el futuro arreglo de las relaciones entre ambos países.
La colonia francesa era próspera y bien vista cuando Francia reconoció en 1830 la Independencia y en el momento en que se firmaron los acuerdos comerciales de 1831 y 1832, que otorgaron a la nación francesa y sus ciudadanos el tratamiento de nación más favorecida.
Las rebeliones y asonadas ocurridas en las primeras décadas afectaron tanto a los mexicanos y extranjeros, al igual que los préstamos forzosos que el gobierno impuso a la población para salir de sus apuros económicos.
De esos hechos, y a través del barón Deffaudis, embajador de francés, los comerciantes franceses avecinados en México enviaron una serie de reclamaciones, que fueron recibidas en Paris con alarma.
Entre estas reclamaciones, se encontraba la del señor Remontel, dueño de un restaurante de Tacubaya, donde algunos oficiales del presidente
Santa Anna en 1832 se habían comido unos pasteles sin pagar la cuenta, por lo cual exigía ser indemnizado. Ese fue el motivo a que el pueblo mexicano identificara a esta guerra con Francia con el nombre de "Guerra de los Pasteles".

Deffaudis, en un comunicado a su gobierno le indicaba que había que actuar con energía.
Al responder el Ministro de Relaciones a las reclamaciones francesas y no estar de acuerdo. En consecuencia Deffaudis, pidió sus pasaportes y abandonó
México y regresó a Francia, para volver en marzo acompañado de diez barcos de guerra que apoyaban las reclamaciones de su gobierno.
Deffaudis redactó el 21 de ese mes un ultimátum al gobierno exigiéndole el pago de seiscientos mil pesos para cubrir daños ocasionados a los franceses. Exigía también, que fueran retirados varios oficiales del ejército y se exceptuara a los franceses de los préstamos forzosos expidiendo una ley especial.
Fondearon frente a la Isla Sacrificios,
Veracruz, amenazando con invadir el territorio mexicano si México no cumplía las condiciones de Deffaudis.

Como el gobierno de Anastasio Bustamante se negaba a tratar con Deffaudis mientras hubiera fuerzas navales francesas frente a Veracruz, el comandante de éstas, almirante Bazoche, declaró bloqueados todos los puertos del Golfo, incautó a las naves mercantes mexicanas, comenzando un bloqueo que duraría ocho meses, desde el 16 de abril de 1838 que se rompieron las relaciones.
Al ver que México no cedía ante la presión, Francia envió en octubre veinte barcos más bajo el mando del contraalmirante Charles Baudin y se reunió en Jalapa con el ministro de relaciones interiores y exteriores de México don Luis G. Cuevas, quien se negó a exceptuar a los franceses de préstamos forzosos y de ventajas comerciales. Aceptó pagar la indemnización de seiscientos mil pesos en un plazo de seis meses. Inconforme, Baudin amenazó con iniciar las hostilidades el 27 de noviembre, lo cual realizaron 26 navíos con cuatro mil hombres, que atacaron San Juan de Ulúa causando graves daños y gran numero de muertos.
Retirado desde su regreso de Estados Unidos, Santa Anna observó los movimientos de la escuadra enemiga y decide actuar.

Se entrevistó con Rincón y ante la grave situación aceptó el consejo de los oficiales de rendir fortaleza. Los franceses obligaron a Rincón a reducir la guarnición de
Veracruz a mil hombres, a recibir a los expedicionarios e indemnizarlos.
El Congreso desautorizó a Rincón y nombró a
Santa Anna defensor de Veracruz. Éste llamó a Mariano Arista, quien fue hecho prisionero al ser sorprendidos por los franceses, mientras Santa Anna lográ escapar.
Las tropas francesas atacaron varios puntos fuertes y cuando se retiraban, Santa Anna, que había recibido refuerzos, intentó atacar en muelle al contra-almirante Baudin, las cuales contraatacaron utilizando un cañón que mató al caballo de Santa Anna destrozándole a éste la pierna izquierda, forzado el ejército nacional a abandonar Veracruz, este hecho provocó en la capital descontento, culpándose al presidente Bustamante de esos hechos.
La intervención de Santa Anna en la defensa de Veracruz le sirvió para recuperar su prestigio, lo que capitalizó muy bien, habiendo logrado que lo propusieran para ocupar la presidencia en tanto Bustamante salía a combatir un alzamiento federalista en Tampico.

Como
presidente interino, Santa Anna se dio cuenta de que resultaba conveniente llegar a un arreglo con Francia, ya que Baudin había levantado el bloqueo de los puertos controlados por los federalistas.
Por otra parte, el ministro inglés Richard Pakenham intervino con el fin de evitar daños al comercio británico, quien consiguió reunir a los representantes mexicanos con el contraalmirante Baudin.
El 9 de marzo de 1839 se firmó un tratado de paz, en el cual México se comprometió a pagar las indemnizaciones exigidas (seiscientos mil pesos en total), en plazos cómodos y del modo que menos podía perjudicar el erario nacional.
Francia retiró, a cambio, la flota invasora, desistió de la indemnización a los gastos de guerra y el desconocimiento de las Declaraciones Provisionales de 1827 devolviendo además las naves incautadas.
Esta guerra no impidió que Francia siguiera ejerciendo gran influencia en el desarrollo cultural de México.

ANTECEDENTES A LA PERIDA DE TEXAS (Independencia de Texas)

INDEPENDENCIA DE TEXAS:

La guerra de la Independencia de Texas (o Revolución de Texas) tuvo lugar entre el 2 de octubre de 1835 y el 21 de abril de 1836. Las partes en conflicto fueron México y la provincia de Texas, perteneciente por aquel entonces al Estado de Coahuila y Texas.
Los problemas entre el Gobierno mexicano y los colonos anglosajones en Texas comenzaron con la promulgación de la constitución centralista de 1835, conocida como las Siete Leyes. Esta nueva legislación, promulgada por el presidente mexicano Antonio López de Santa Anna, dejaba sin efecto la antigua Constitución federal de 1824. Poco tiempo después, surgieron pronunciamientos en varias regiones del país. La guerra comenzó en territorio tejano el 2 de octubre de 1835, con la Batalla de González. Rápidamente, las fuerzas tejanas tomaron La Bahía y San Antonio Béjar (la actual ciudad de San Antonio), aunque pocos meses después serían derrotadas.
Después de algunas victorias mexicanas, la guerra terminó inesperadamente con la Batalla de San Jacinto, a más de 300 kilómetros de la actual ciudad de San Antonio. En ese lugar, el general Samuel Houston condujo a los rebeldes tejanos y a los voluntarios estadounidenses a la victoria sobre una parte de las tropas mexicanas, al mando de Santa Anna, saldándose con el general capturado tras la batalla. Tras la conclusión de la guerra, se formalizó la independencia de la República de Texas. Los Estados Unidos se anexionaron Texas en 1845, y las reclamaciones de ambas partes no quedarían finiquitadas hasta la intervención estadounidense en México, que se prolongaría entre 1846 y 1848.


EL ORIGEN DEL CONFLICTO:

El pánico de 1819 sumió a los Estados Unidos en una grave depresión económica. Un hombre de negocios llamado Moses Austin perdió su liderazgo en los negocios de manufactura durante esta época. Después de un viaje a Texas, diseñó un proyecto para atraer colonos estadounidenses a la región, hecho que ayudaría a España (colonizadores todavía de la región) a desarrollar el territorio, ayudándolo a dar un gran salto en su carrera como negociante. En 1820 solicitó una concesión española para asentar a 300 familias anglosajonas en el territorio tejano.
Su hijo, Stephen F. Austin, le ayudó a conseguir gente dispuesta a tal aventura. A finales de 1820, Moses Austin recibió la concesión del Virreinato de Nueva España, pero murió en junio del año siguiente. Stephen F. Austin heredó la concesión otorgada a su padre e inició formalmente la colonización. Debido a la crisis económica estadounidense, no tuvo ningún problema en encontrar las 300 familias estipuladas en el convenio.

 La independencia de México y la colonia texana

Los planes de Austin para la colonización fueron diseñados de acuerdo con las leyes vigentes en México durante aquellos años. La declaración de la independencia mexicana por parte del cura Miguel Hidalgo y Costilla, en 1810, dio inicio a once años de guerra. Parecía que el triunfo final sería para el bando español, hasta que en 1821 algunos generales criollos, entre ellos, Agustín de Iturbide, sellaron una alianza con los insurgentes mexicanos, hecho que determinaría el fin de la Guerra de Independencia de México, con la victoria de los independentistas.
En diciembre de 1821, los colonos de Austin llegaron por tierra y mar a las inmediaciones de San Felipe. Para desgracia de Austin, el nuevo Gobierno mexicano no reconoció el acuerdo firmado con los españoles. Entonces viajó Stephen a la Ciudad de México, y tras una labor de tres años, la concesión española fue aceptada gradualmente por el poder mexicano. A lo largo de este período, Austin aprendió a hablar español y se hizo amigo muy cercano del insurgente mexicano José Antonio Navarro. En los años siguientes, trabajaron juntos para llevar más colonos a Texas.
Según los términos del acuerdo, todos los colonos debían convertirse al catolicismo, mostrar "solvencia moral", obtener la nacionalidad mexicana y cambiar sus nombres ingleses por su equivalente en español. Cada uno de los colonos sería dotado con cerca de 4.000 acres (unos 16 km²) de terreno. Los colonos sajones se autodenominaban "texians", y los latinos, "tejanos". La colonia floreció, y hacia 1829 tenía una población de 18.000 personas. El propio Navarro se convirtió en propietario de más de 25.000 acres (101 km²) de tierra en 1830.

MEXICO 1821-1829

MEXICO 1821-1824:

Los días como país independiente de México comenzaron el 27 de septiembre de 1821, día en que se consuma la Independencia. Sin embargo, esto no exentaba de los peligros recién adquiridos con ello y las amenazas de reconquista que seguían latentes. A lo largo del siglo XIX, existieron diversos amagos extranjeros que pusieron en peligro la seguridad nacional y expusieron las debilidades de poder naval con las que México contaba. Es entonces, que el primer ministro del despacho de guerra y marina, Antonio de Medina Miranda, temiendo algún acto de reconquista preparaba las primeras indicaciones y planes para tomar el castillo de San Juan de Ulúa, que después de la entrada del Ejército Trigarante era el último bastión en poder del gobierno español. El general José García Dávila, gobernador de español de Veracruz, se había comprometido con Antonio López de Santa Anna a entregar el puerto a México. Sin embargo el 26 de octubre de 1821 se desplazó hacia la fortaleza de San Juan de Ulúa con 200 soldados de infantería, artillería y municiones del puerto, así como más de 90 000 pesos del gobierno español, hecho que al parecer no causó mucho eco al principio en la política mexicana. No obstante, al poco tiempo la escasa fuerza con la que se había atrincherado Dávila se incrementó a 2000 soldados que España envió de Cuba para desde ahí buscar la reconquista de México. El gobierno mexicano optó por designar a Manuel Rincón como gobernador. Este hecho causó mucha preocupación al emperador Agustín de Iturbide, pues no se contaba con navíos para atacar la fortaleza ni con artillería pesada para atacar por tierra, por lo que optó por las negociaciones con los españoles, que aunque no llevaron a ningún acuerdo, sí se vivieron tiempos de paz entre las dos facciones.
 
La llegada de Santa Anna al gobierno de la ciudad el 10 de septiembre de 1822 marca otro episodio de las negociaciones entre las autoridades mexicanas de Veracruz y las españolas de San Juan de Ulúa, en las que éstas se vuelven críticas, y más aún cuando el gobierno español releva de su cargo a Dávila para colocar en su lugar a Francisco Lemaur.Lemaur comenzó a dictar leyes en la fortaleza, lo que iba en contra de la soberanía mexicana, y convirtió en un lugar seguro para la vendimia de comerciantes extranjeros. Además, Lemaur consideraba todos los puntos que estuviesen anexos a la fortaleza deberían considerarse en poder español, como lo eran Sacrificios y el fondeadero. Las conversaciones se agravaron tanto que el 25 de septiembre de 1823, los españoles bombardearon el puerto de Veracruz, originando el desplazo de más de 6,000 civiles que abandonaron el puerto. Después del bombardeo del puerto por los españoles, el gobierno mexicano decidió poner fin a los intentos de reconquista español, a pesar de no contar con una marina de guerra adecuada para cumplir el objetivo, expidiendo el 8 de octubre de 1823 el decreto del bloqueo de San Juan de Ulúa. Para cumplir el objetivo, José Joaquín de Herrera —secretario de Marina y Guerra del gobierno mexicano— se presentó ante el Congreso expresando la urgencia gubernamental de adquirir todo tipo de embarcaciones de guerra para bloquear y atacar a los españoles que se encontraban en la fortaleza y que recibían refuerzos y víveres desde Cuba. Con ello se compró una escuadra que se puso al mando de Pedro Sainz de Baranda y Borreiro, que rindió a San Juan de Ulúa el 23 de noviembre de 1825.

Los intentos de reconquista española de México son los enfrentamientos bélicos ocurridos hasta 1829 entre la recién nacida nación mexicana y España, que pretende restaurar la monarquía de Fernando VII en toda América. A pesar de que México alcanzó su independencia en 1821, de la firma de los Tratados de Córdoba y del retiro del ejército español del territorio continental mexicano, España no reconoció la independencia de México hasta el 28 de diciembre de 1836, cuando se firmó un tratado de paz entre ambas naciones. Por esta razón y por la presencia de los españoles replegados en San Juan de Ulúa —a unos cuantos kilómetros de la costa de Veracruz— y Cuba, México consideraba amenazada su independencia. Este país intentó apoderarse de dichas posiciones, ganando San Juan de Ulúa en 1825 a pesar de los refuerzos enviados por los españoles, pero perdiendo en Mariel (Cuba) en 1828. Más tarde España envió una expedición hacia el territorio mexicano encabezada en 1829 por Isidro Barradas que, procedente de Cuba, llegó a Tampico. El plan de los españoles era recuperar lo que fue Nueva España y a partir de ahí, lanzarse a la reconquista de sus antiguos dominios. Sin embargo, fueron derrotados por las fuerzas de Antonio López de Santa Anna el 11 de septiembre de 1829.
Aunque la mayor parte de los sucesos de las guerras hispanoamericanas de independencia ocurrieron durante el período que va desde el establecimiento de las juntas soberanas en 1808 hasta la derrota de los españoles en El Callao (Perú) ocurrida en 1826, José Semprún dice que el período de lucha con fuerzas regulares concluye en 1829 con la expedición española a Tampico e incluye este conflicto dentro de las revoluciones hispanoamericanas. Disputa por San Juan de Ulúa por un panaba diferente plutarco elias calles presidente.

CONSTITUCION DE 1857

CONSTITUCION DE 1857:

La Constitución Federal de los Estados Unidos Mexicanos de 1857 fue una constitución de ideología liberal redactada por el autor del Congreso Constituyente de 1857 durante la presidencia de Ignacio Comonfort. Fue jurada el 5 de febrero de 1857. Estableció las garantías individuales a los ciudadanos mexicanos, la libertad de expresión, la libertad de asamblea, la libertad de portar armas. Reafirmó la abolición de la esclavitud, eliminó la prisión por deudas civiles, las formas de castigo por tormento incluyendo la pena de muerte, las alcabalas y aduanas internas. Prohibió los títulos de nobleza, honores hereditarios y monopolios.
Ciertos artículos fueron contrarios a los intereses de la Iglesia Católica, como la enseñanza laica, la supresión de fueros institucionales, y la enajenación de bienes raíces por parte de la misma. El Partido Conservador se opuso a la promulgación de la nueva Carta Magna polarizando así a la sociedad mexicana. A consecuencia, se inició la Guerra de Reforma, las pugnas entre liberales y conservadores se prolongaron por la Segunda Intervención francesa y por el establecimiento del Segundo Imperio Mexicano. Diez años más tarde, con la república restaurada, la Constitución tuvo vigencia en todo el territorio nacional.

ANTECEDENTES:
Una vez derrocada la dictadura de Antonio López de Santa Anna en 1855, Juan Nepomuceno Álvarez Hurtado ocupó la presidencia por un corto período. De acuerdo a lo establecido en el Plan de Ayutla convocó al Congreso Constituyente el 16 de octubre del mismo año, con la finalidad de establecer una sede en Dolores Hidalgo para redactar una nueva constitución de ideología liberal. Al año siguiente el presidente en turno, Ignacio Comonfort, ratificó la convocatoria trasladando la sede a la Ciudad de México. El Congreso se encontraba dividido entre dos facciones principales. Por un lado los liberales moderados que eran mayoría, su plan era restablecer la Constitución de 1824 con algunos cambios, entre ellos destacaron Mariano Arizcorreta, Marcelino Castañeda, Joaquín Cardoso y Pedro Escudero y Echánove. Por otra parte, los liberales puros que pretendían realizar una nueva redacción de la Carta Magna, entre ellos destacaron Ponciano Arriaga, Guillermo Prieto, Francisco Zarco, José María Mata y Santos Degollado. Las discusiones fueron acaloradas y se prolongaron a lo largo de un año. El presidente Comonfort tuvo injerencia a través de sus ministros a favor de la facción moderada, pues esta era la ideología con la que él mismo simpatizaba. A pesar de la oposición del Poder Ejecutivo y de ser minoría, los puros lograron imponer sus propuestas. Las reformas más discutidas eran: la que prohibía la adquisición de propiedades a las corporaciones eclesiásticas, la exclusión de los eclesiásticos en puestos públicos, la abolición de los fueros eclesiástico y militar (Ley Juárez), la enseñanza laica, y la libertad de cultos.
Estas reformas eran contrarias a los intereses de la Iglesia Católica. Durante el transcurso de las sesiones del Congreso, una insurrección a favor del clero, apoyada por los conservadores —acérrimos rivales de los liberales— tomó fuerza en Zacapoaxtla y Puebla. El presidente Comonfort envió a las tropas federales y sometió a los rebeldes.

CONTENIDO:
La Constitución de 1857 estaba conformada por 8 títulos y 128 artículos, fue similar a la de carta magna de 1824, implantó de nueva cuenta el federalismo y la república representativa, la cual constaba de veinticinco estados, un territorio y el distrito federal. Apoyó la autonomía de los municipios en los que se divide políticamente cada estado. Los artículos más relevantes consistían en:
2. Abolición de la esclavitud.
3. Enseñanza libre (ninguna limitación en favor del dogma).
5. Nadie podía ser obligado a prestar trabajos personales, sin la justa retribución y sin su pleno consentimiento.
7. Libertad de expresión.
10. Libertad de portar armas.
13. Prohibición de fueros a personas o instituciones, supresión de tribunales especiales (Ley Juárez).
12. No se reconocen títulos nobiliarios.
22. Prohibición de penas por mutilación, azotes, y tormento de cualquier especie.
23. Abolición de pena de muerte, reservada solo al traidor a la patria, salteadores de caminos, incendiarios, parricidas, y homicidas con el agravante de alevosía, premeditación o ventaja. Así como delitos del orden militar o piratería.
27. Ninguna corporación civil o eclesiástica tiene capacidad para adquirir o administrar bienes raíces, a excepción de los edificios al servicio u objeto de la institución (antecedente de la Ley Lerdo).
30. Definición de nacionalidad mexicana.
31. Obligaciones de los mexicanos.
36. Obligaciones de los ciudadanos.
39. La soberanía de la nación dimana del pueblo.
50. División de poderes: Ejecutivo, Legislativo y Judicial.
124. Prohibición de alcabalas y aduanas internas.
128. Inviolabilidad de la Constitución.
Entre otras cosas, incluía un capítulo dedicado a las garantías individuales, y un procedimiento judicial para proteger esos derechos conocido como amparo. También apoyaba la autonomía de los municipios, en que se dividen los estados desde un punto de vista político. Tambien la autonomía de los estados para elegir a sus gobernantes y tener su propio conjunto de leyes.
El artículo 15, que no fue aprobado, permitía la tolerancia de cultos, protegiendo y cuidando a la religión católica, siempre y cuando no se perjudicaran los intereses del pueblo y la soberanía de la nación. Su discusión fue la más controvertida, los moderados defendían la unidad religiosa para así mantener la unidad nacional. Los puros consideraron que el país requería de colonizar el territorio con extranjeros, y por tanto se debía admitir libertad religiosa. El poder Ejecutivo se pronunció en contra del artículo arguyendo que era contrario a la voluntad de la mayoría de la nación. No obstante, la mayor parte las propuestas de los puros fueron aprobadas.