martes, 27 de noviembre de 2012

ANTECEDENTES A LA INDEPENDENCIA DE MEXICO:

Los antecedentes de la independencia de México pueden clasificarse en dos grandes grupos. Por un lado, los externos, es decir, sucesos que no ocurrieron directamente en Nueva España pero afectaron a su estabilidad. En este grupo se encuentra la Revolución Francesa, que trajo al virreinato los ideales de libertad de los revolucionarios franceses anti absolutistas, y la independencia de las trece colonias de Norteamérica, que fue un ejemplo de que en América era posible vencer al colonialismo europeo.[1]
Por otro lado los internos, en Nueva España el descontento hacia la dominación ibérica era generalizado. Durante tres siglos los nativos habían vivido oprimidos por los españoles, y además las principales oficinas del gobierno y la Iglesia eran ocupadas únicamente por españoles. Tal descontento motivó muchas revueltas contra los españoles, las cuales fueron fácilmente sofocadas. Las más conocidas son la de Martín Cortés (1565), Yanga (1608), los motines en la Ciudad de México (1692), Canek (1761) y la rebelión de los machetes (1698). Con este panorama es como se llegó a 1808, en el pleno ocaso de la Nueva España.

Causas Internas
Son aquéllas que se originaron en el interior de la sociedad hispanoamericana como resultado de su propio desarrollo histórico, y se caracterizan por destacar algunos aspectos negativos de la acción colonizadora española.
En México, también el bajo clero, como muestra la destacada participación de los sacerdotes Miguel Hidalgo y José María Morelos, colaboró con los revolucionarios y tuvo una participación destacada en la independencia. Otras posibles causas aducidas reiteradamente, como la crueldad y el despotismo con que eran tratados los indígenas y las restricciones culturales impuestas por las autoridades españolas, están en abierta contradicción con algunos datos de la realidad.
Los criollos se sentían relegados a un segundo plano por los peninsulares, y fueron aquéllos los que dirigieron la revolución; los mestizos no eran tomados en cuenta debido a que en su gran mayoría eran fruto de relaciones ilegítimas; las castas se encontraban en condiciones inferiores por su propio estado natural y en general el descontento era unánime.
España había considerado siempre a América como parte de ella misma, y por ende había dejado en pie un sistema de monopolios, estancos y barreras que tendían a impedir el libre comercio exterior. Los impuestos eran muy elevados y España estaba en decadencia.

FACTORES EXTERNOS DE LA INDEPENDENCIA DE MEXICO

El proceso de la Independencia de México fue uno de los más largos de América Latina. La Nueva España permaneció bajo el control de la Corona por tres siglos. Sin embargo, a finales del siglo XVIII, ciertos cambios en la estructura social, económica y política de la colonia llevaron a una élite ilustrada de novohispanos a reflexionar acerca de su relación con España. Sin subestimar la influencia de la Ilustración, la Revolución Francesa ni la independencia de Estados Unidos, el hecho que llevó a la élite criolla a comenzar el movimiento emancipador fue la invasión de Napoleón a España, en 1808. Hay que recordar que en ese año, Carlos IV y Fernando VII abdicaron sucesivamente en favor de José Bonaparte, de modo que España quedó como una especie de protectorado francés.

LAS MANIFESTACIONES CULTURALES DE LA NUEVA ESPAÑA:

La presencia de los españoles en Mesoamérica -además de las razones y beneficios económicos que les reportarían los nuevos territorios- tenía un sentido religioso: ellos recién habían liberado su territorio del islam, poseían una monarquía profundamente católica y, a lo largo de la vida colonial, se transformaron en los defensores del papado y el catolicismo frente a la reforma protestante y las otras religiones. Salvar las almas de los indígenas era una de sus mayores prioridades. El peso del catolicismo en las empresas españolas también se manifestó en una buena parte de sus obras artísticas: su arquitectura, escultura y pintura nacieron y vivieron como un espacio sagrado y como objetos cuyo principal destino era la adoración de Dios.

La fusión de dos culturas
A pesar de la gran importancia que tenía para los españoles el vínculo entre la divinidad y las artes, los habitantes del Nuevo Mundo comenzaron a unir su visión del mundo con las creaciones de los peninsulares: las artes novohispanas no eran españolas y católicas en un sentido absoluto; en ellas, si se observa con cuidado, existe un dejo indígena.

Arquitectura
La llegada de los españoles y sus religiosos implicó la necesidad de edificar un mundo: ellos no estaban dispuestos a vivir y oficiar en construcciones indígenas. Por esta razón, las ciudades cambiaron su rostro, las urbes indígenas dieron paso a poblaciones perfectamente cuadriculadas donde los edificios mezclaban las ideas estéticas de Europa con los materiales y la mano de obra de los naturales. Por su parte, los religiosos no sólo estaban obligados a promover la construcción de sus templos y monasterios, sino que -en cierto sentido- debían adaptarlos a las nuevas necesidades: a pesar de que las iglesias no perdieron su planta en forma de cruz, surgieron capillas abiertas que invitaban a los indígenas a practicar la nueva fe en condiciones espaciales muy parecidas a las del pasado. Asimismo, las distintas órdenes promovieron el desarrollo de diferentes estilos arquitectónicos que pretendían resaltar las virtudes y características de sus sacerdotes, como ocurrió en la austeridad de las construcciones de los franciscanos. Evidentemente, las modas también afectaban a las construcciones y, justo por ello, no resulta extraño que en el territorio novohispano convivan edificios barrocos, neoclásicos y con tintes rococó.

El pincel y el cincel
La situación de la pintura y la escultura novohispana no era muy diferente de la arquitectura: la mayor parte de su producción estaba marcada por el mestizaje y tenía un destino sagrado, aunque, en ciertas ocasiones, mostraba un rostro cívico gracias a las esculturas ecuestres -como la estatua de Carlos IV esculpida por Manuel Tolsá- o los cuadros de castas que intentaban mostrar y enseñar las regulaciones que caracterizaban la vida de la gente de color. Quizá, una de las características más interesantes del arte colonial sea posterior al inicio del culto guadalupano, cuando los pinceles y los cinceles iniciaron un largo viaje en pos de un nuevo rostro para el virreinato, un rostro lejano de los peninsulares y la Corona y cercano al espejo que reflejaba el nacionalismo que definiría un nuevo rumbo para Nueva España.

REFORMAS BORBONICAS (COMERCIO, MILITAR, CLERO):

Comercio

Uno de los puntos más importantes del reformismo borbónico era acabar con el monopolio comercial ya que los comerciantes tenían una gran ganancia sin tener pérdidas y esto afectaba a la corona porque no tenía ganancias. La casa de moneda pasó a manos de la corona, de esa manera los comerciantes se opusieron a las reformas.
Los superintendentes estaban aliados con los comerciantes por lo que era difícil romper con el monopolio comercial. Fue con la llegada de José de Gálvez y la apertura del comercio que se logró romper con esta red de comerciantes y superintendentes. En 1770 el libre tráfico comercial fue autorizado para las Antillas, se permitió comerciar con Perú y Nueva Granada. Hubo una serie de puertos donde se estuvo comerciando libremente y por otro lado se crearon los consulados de Veracruz y Puebla. Todo ese movimiento dio como resultado la ruina de los comerciantes y llegó a su último e irrevocable término cuando “el 28 de febrero de 1789 Carlos IV declaró que el reglamento del Comercio Libre se extendía al virreinato de Nueva España.”
La minería, al igual que la tierra, era la espina dorsal de la economía de la Nueva España por lo que las reformas se adaptaron a esta situación. Juan Lucas de Lazaga junto a Joaquín Velázquez de León propuso unas reformas encaminadas a financiar las actividades mineras, reducir las cargas fiscales, solucionar los conflictos entre mineros (originados por la posesión de una mina o el desagüe de un conjunto de minas en la mayoría de los casos), precisar o reformar el contenido de las ordenanzas mineras vigentes y dotar al gremio de los mineros de un organismo directivo.
En otras palabras, proponían la minería como actividad productiva de la cual se autorizaran varios puntos como: una organización gremial, publicar nuevas ordenanzas, crear un banco de avío, crear una escuela de minería con técnicos de alto nivel. De esta manera se constituyó el cuerpo de minería. Velázquez de León quedó como presidente y Joaquín Velázquez, como secretario de minería. Se crearon las nuevas ordenanzas y se llevaron a cabo los puntos que se habían propuesto anteriormente. Hubo cambios en la minería, en 1784 se creó un banco de avío, en 1792 se creó el seminario de minería.
La creación de nuevos consulados provocó rivalidades entre los comerciantes de la Ciudad de México y los nuevos grupos de comerciantes que surgieron a raíz de las reformas.

Militar

La corona mandó al mariscal Juan de Villalba, acompañado de tropas peninsulares, con la misión de institucionalizar un ejército, que asombrosamente hasta entonces no había existido, y se comenzaron a reclutar nuevos miembros por medio de la leva forzada. Al principio el ejército fue una institución desprestigiada que con el tiempo fue ganando adeptos gracias a que se fueron dando una serie de privilegios. Los fueros exentaban a los militares del pago de impuestos. En caso de que algún militar tuviera un problema jurídico podía llevar su caso de una corte civil a una corte militar donde lo ayudarían a resolver su problema.
Las posesiones americanas de la Corona eran vulnerables a los ataques externos. En realidad este problema se solucionó hasta cierto grado ya que no se creó una armada para la defensa de los puertos americanos, teniendo como dos únicas defensas la armada peninsular, que era llamada cada vez que se presentaban conflictos de alto grado y, por otra parte, la nueva institución militar que tenía guarniciones cercanas a las costas. Desde el momento en que España colonizó América hubo un interés de otras potencias por obtener posesiones. Los ingleses con sus colonias al norte al igual que Holanda, y los portugueses al sur con Brasil.
El Caribe se convirtió en un área de disputa, las potencias querían hacerse por lo menos de una isla para tener presencia. De esta manera Inglaterra, Francia, Holanda, Dinamarca y Suecia se beneficiaron de la piratería y del contrabando del comercio, “España tenía la vaca pero otros se bebían la leche”.
La defensa española no fue efectiva, las milicias que salvaguardaban las costas sólo podían brindar protección en los puertos. Una vez que las embarcaciones dejaban tierra estaban expuestas a recibir un ataque de corsarios o de piratas, por lo que era necesaria la creación de una armada americana que nunca se realizó.

Clero

Desde los años treinta del siglo XVIII comenzaron a expandirse los ideales de la ilustración. Hubo una difusión del “racionalismo y la nueva filosofía de la naturaleza en América, sobre todo gracias a los jesuitas”. La tarea de la educación en la Nueva España la llevaban a cabo los jesuitas, enseñaban a indios, criollos y peninsulares. Con la llegada de la ilustración hubo una serie de reformas en todos los niveles. Hubo cambios desde la educación primaria hasta la modificación de los planes de estudio en las universidades. Todo esto dio como resultado el surgimiento de una ilustración criolla, “… se concluye que este proceso fortaleció el antagonismo entre europeos y criollos y facilitó a éstos los instrumentos intelectuales para fundamentar su identidad frente a aquéllos sobre bases histórico-culturales, y que de esta manera lograron articular sus reivindicaciones políticas”.
Los jesuitas constituían una amenaza para la corona española. Tenían una economía sólida y un gran valor en la sociedad, para el rey esto significaba tener un estado dentro de su propio estado. Los jesuitas fueron expulsados de los territorios de la corona española –incluyendo los dominios ultramarinos- a través de la Pragmática Sanción de 1767 dictada por Carlos III el 2 de abril de 1767. Se introdujeron párrocos seculares, misioneros franciscanos, así como un nuevo obispo. Esto trajo como consecuencia un problema con los indígenas; cuando comenzaron a considerarlos como individuos, éstos aún no estaban preparados, ya que estaban acostumbrados a los cuidados que los jesuitas les brindaban. Con la expulsión de los jesuitas quedaron desamparados.
LAS REFORMAS BORBONICAS:

Las Reformas borbónicas fueron los cambios introducidos por los monarcas de la dinastía borbónica de la Corona Española: [[Felipe V de España|Felipe V]], Fernando VI y, especialmente Carlos III; durante el siglo XVIII, en materias económicas, políticas y administrativas, aplicadas en el territorio peninsular y en sus posesiones ultramarinas en América y las Filipinas. Estas reformas de la dinastía borbónica estaban inspiradas en la Ilustración y, sobre todo, se enmarcaban dentro del nuevo poder de las elites locales y aumentaban el control directo de la burocracia imperial sobre la vida económica. Las reformas intentaron redefinir la relación entre España y sus colonias en beneficio de la península. Aunque la tributación aumentó, el éxito de las reformas fue limitado; es más, el descontento generado entre las elites criollas locales aceleró el proceso de emancipación por el que España perdió la mayor parte de sus posesiones americanas en las primeras décadas del siglo XIX.

Descontento contra las reformas borbónicas

Antes de tomar medidas para la Nueva España, el gobierno español decidió, primero que nada, organizar una inspección militar (1769) y una visita general a las oficinas virreinales (1765), aunque estas dos medidas provocaron una división entre las autoridades coloniales.
Con la llegada de José de Gálvez, con carácter de visitador general las tensiones aumentaron, hasta que sale en 1771 de la Nueva España. De su visita resultó la nueva división política del territorio en intendencias y comandancias de provincias internas, el aumento al triple de las rentas públicas, la reducción de restricciones al comercio, la fundación del obispado de Sonora y la Academia de Bellas Artes. El visitador inicia una segunda reorganización del ejército e intenta establecer una nueva modalidad en las milicias provinciales. Toma medidas intrascendentes que fracasan y sólo hacen perder dinero. La economía de la Nueva España es cargada con los cuantiosos gastos que provocaban los preparativos militares para el conflicto en América del Norte. La recuperación de La Habana (1763) y las medidas para modernizar sus defensas se transformarían en la insaciable boca que engulle Nueva España no se basta para producir: dinero, hombres, pólvora, carne, maíz, arroz, habas y harina. En Veracruz enfermaban los cientos de reos que esperaban para ser llevados a trabajar en la isla. Se calcula que las obras de fortificación de la isla requirieron del envío de más de 5 mil trabajadores novohispanos. La quiebra del erario se fue agudizando debido al aumento de los gastos, provocados por el mantenimiento de las tropas y trabajadores en La Habana. Ante esto, las tensiones sociales aumentan y comienza a organizarse la oposición. El Gobierno de Carlos III recibe desde 1766 noticias, las que considera sin fundamento, sobre el supuesto espíritu de rebeldía. existente en la nueva España, y sobre un plan de insurgencia que contaba con el apoyo de Inglaterra.

 Efectos socioeconómicos de las reformas borbónicas

Como es de suponerse, las reformas económicas trajeron consigo múltiples efectos y consecuencias, tanto positivas como negativas. El gobierno español tomó diversas medidas para explotar al máximo los recursos de la colonia, con el propósito de generar mucha más materia prima para la metrópoli. Con las reformas borbónicas se tocaron todas las áreas principales en la Nueva España, entre ellas se encontraba la minería. También estaban la agricultura, el comercio (pequeño) y algunas empresas de manufactura. Obviamente hubo beneficios, se permitió ampliar los negocios entre ciertas colonias (Trinidad, Margarita, Cuba, Puerto Rico).
La medida que mayores desajustes provocó en la Nueva España fue la real cédula de 1804 sobre la enajenación de bienes raíces de las corporaciones eclesiásticas, que desató reacciones violentas en contra del gobierno español. Esto se debió a que, con excepción de los comerciantes más ricos, aquella disposición afectó a los principales sectores productivos del virreinato (agricultura, minería, manufacturas y pequeño comercio), y en particular a los agricultores, pues la mayoría de los ranchos y haciendas estaban gravados con hipotecas y censos eclesiásticos, que los propietarios se vieron obligados a cubrir en un plazo corto, a fin de que ese capital fuera enviado a España. De esta manera, no sólo la Iglesia se vio afectada por la real cédula, sino también casi toda la clase propietaria y empresarial de la Nueva España, así como los trabajadores vinculados con sus actividades productivas. Por ello, se levantó un reclamo y por primera vez en la historia del virreinato todos los sectores afectados expusieron al monarca por escrito sus críticas contra el decreto en cuestión. A pesar de todo, la cédula se aplicó desde septiembre de 1805 hasta enero de 1809, produciendo un ingreso de alrededor de 12 millones de pesos para la Corona, que supusieron el 70 % de lo recaudado en todo el territorio hispanoamericano.
Para la Nueva España, la aplicación de la cédula, aparte de provocar una severa crisis de capital, agrietó considerablemente las relaciones entre la Iglesia y el Estado; desde entonces esos dos poderes no sólo rompieron los lazos de unión que tuvieron en el pasado, sino que se convirtieron en facciones antagónicas.
Las reformas borbónicas también afectaron al Consulado de Comerciantes de la ciudad de México; esta corporación, que había acaparado el comercio exterior e interior del virreinato por medio del sistema de flotas y del control de los puertos, perdió su enorme monopolio con la expedición de las leyes sobre la libertad de comercio. Al mismo tiempo, la supresión de los alcaldes mayores, agentes comerciales del Consulado en los municipios del país y en las zonas indígenas, acabó con la red de comercialización interna y rompió el lazo político que permitía a los comerciantes de la capital controlar los productos indígenas de mayor demanda en el mercado exterior e interior.
Al parecer los reformadores borbónicos, encabezados por Gálvez, no tenían una visión completa del funcionamiento del sistema económico en la Nueva España. Aunque es cierto que muchos alcaldes mayores eran corruptos y abusaban de su autoridad, el repartimiento del comercio era mucho más que un mero mecanismo de explotación; constituía el más importante sistema de crédito para las comunidades indígenas y los pequeños agricultores. Los alcaldes mayores se beneficiaban porque proporcionaban a crédito servicios necesarios: distribuían semillas, herramientas y otros bienes agrícolas básicos; facilitaban la compra o la venta de ganado, y con frecuencia vendían los productos de algunos grupos que quizá no hubieran encontrado otra forma de colocar su producción. Todo esto fue interrumpido con el decreto que suprimía las funciones de los alcaldes mayores. También crearon escuelas e instituciones para ayudar y enseñar a los caciques y criollos.

LA SANTA INQUISICION:

         El término Inquisición hace referencia a varias instituciones dedicadas a la supresión de la herejía mayoritariamente en el seno de la Iglesia Católica. La herejía en la era medieval muchas veces se castigaba con la pena de muerte, y de ésta se derivan todas las demás. La Inquisición medieval fue fundada en 1184 en la zona de Languedoc (en el sur de Francia) para combatir la herejía de los cátaros o albigenses, que en 1249 se implantó también en el reino de Aragón (fue la primera Inquisición estatal) y que en la Edad Moderna, con la unión de Aragón con Castilla, fue extendida a ésta con el nombre de Inquisición española (1478-1821), bajo control directo de la monarquía hispánica, cuyo ámbito de acción se extendió después a América; la Inquisición portuguesa (1536-1821) y la Inquisición romana (1542-1965). Aunque en los países de mayoría protestante también hubo persecuciones, en este caso contra católicos, contra reformadores radicales como los anabaptistas y contra supuestos practicantes de brujería, los tribunales se constituían en el marco del poder real o local, generalmente adecuado para cada caso concreto, y no constituyeron una institución específica.

Origen
En los comienzos de la Iglesia la pena habitual por herejía era la excomunión. Cuando los emperadores romanos convierten el cristianismo en religión estatal en el siglo IV, los herejes empiezan a considerarse enemigos del Estado. En su momento San Agustín aprobó con reservas la acción del Estado contra los herejes.
En respuesta al resurgimiento de la herejía de forma organizada, se produce en el siglo XII en el sur de Francia un cambio de opinión dirigida contra la doctrina albigense, la cual no coincidía con los puntos de vista de la Iglesia católica con relación al matrimonio y otras instituciones de la sociedad. Como reacción, el papa Inocencio III organizó una cruzada contra los albigenses promulgando una legislación punitiva contra ellos. Sin embargo, los esfuerzos iniciales destinados a someter la herejía no estuvieron bien coordinados y fueron ineficaces.

Inquisición española

La Inquisición real fue creada en la Corona de Castilla en 1478 por la bula del papa Sixto IV Exigit sincerae devotionis con la finalidad de combatir las prácticas judaizantes de los judeoconversos de Sevilla. A diferencia de la Inquisición medieval, dependía directamente de la monarquía, es decir, de los Reyes Católicos. Tras una nueva bula emitida en 1483, la Inquisición se extendió a los reinos de la Corona de Aragón, incluyendo Sicilia y Cerdeña, y a los territorios de América (hubo tribunales de la Inquisición en México, Lima y Cartagena de Indias), y se nombró Inquisidor General a Tomás de Torquemada. La Inquisición se convirtió en la única institución común a todos los españoles, con excepción de la propia Corona, a quien servía como instrumento del poder real: era un organismo policial interestatal, capaz de actuar a ambos lados de las fronteras entre las coronas de Castilla y Aragón, mientras que los agentes ordinarios de la Corona no podían rebasar los límites jurisdiccionales de sus respectivos reinos.

domingo, 25 de noviembre de 2012

La Iglesia
Fue un proceso que implicó mediante la enseñanza de la religion catolica  en los territorios de la Nueva España, la transmisión de la cultura occidental. La religión católica fue un elemento clave en la expansión del imperio Español y punto fundamental en su desarrollo posterior al ser la Iglesia Catolica un aliado político de los españoles y los conquistadores, quienes justificaron en todo momento sus acciones expansivas en el derecho divino y la enseñanza de la fe católica para los infieles.
En el caso de la Nueva España  la enseñanza de la religión fue una necesidad primordial al tener enormes núcleos de población en Mesoamerica con un grado avanzado de desarrollo religioso, así como estados teocraticos y prácticas opuestas a principios religiosos occidentales como el sacrificio humano y la poligamia. Millones de indígenas tenían que ser adoctrinados en el catolicismo por el Imperio Españoll para dos fines fundamentales: la salvacion eterna, el Credo católico y la integración inmediata a los usos occidentales..
España poseía a principios del siglo XVI aún el llamado espíritu de Reconquista para combatir a los infieles y la creencia en un plan divino para llevar el evangelio, la verdadera fe y la civilización a todos los rincones de la tierra, según las enseñanzas de Jesucristo, justificación ideológica adecuada para las acciones del primer imperio capitalista de la historia de la humanidad.
Carlos V y Felipe II Fueron los principales impulsores de este proceso que tuvo como protagonistas principales a los frailes de las llamadas ordenes medicantes, las cuales además de atender las carencias espirituales indígenas con notables soluciones y métodos -que incluyeron esfuerzos importantes en arquitectura, pintura, musica, teatro, traducción de textos y aprendizaje de lenguas indigenas- intentaron implementar entre las cantidades ingentes de indígenas mesoamericanos el estilo de vida europeo con alfabetizacion , enseñanza de artes y oficios, modos de gobierno y organización civil, leyes, urbanizacion occidental y la construcción de edificios de diversa índole.
Economía de la Nva. España


En la economia de la Nueva España se tenia que contar con Disciplina, y se encarga del estudio del origen y distribucion de la riqueza.  Durante los siglos XV al XIX El modelo economico era el mercantilismo, osea era como la base de la economia. La riqueza de una nacion provenia del comercio y sus reservas en oro y plata. Las bases economicas de la Nueva españa se basaba en la ganaderia, en la mineria y productos originarios de la Nueva España, estos eran productos introducidos por los españoles.
Todo esto era la Actividad comercial, y se basaba en ña Real Casa de Contratacion de Sevilla y sus funciones eran que regulaba el comercio entre España y sus colonias y prohibia el comercio con otro pais aunque no fuera España.
La Agricultura eran productos originarios de la Nueva españa y productos introducidos por los españoles, los originarios estaban constituidos por el maiz, frijol, calabaza, chile, jitomate, trigo, cañan de azucar, cebollas, ajos y naranja. los productos introducidos eran la zanahoria, los rabanos, las manzanas y el durazno.

La Ganaderia estaba basada por caballos, cerdos, vacas, ovejas, cabras, gallinas, burros y toros de India, las mulasy los caballos se integraron a los transportes junto con la rueda.

La Mineria se encontraba en Nueva Galicia, Zacatecas, Oaxaca, Michoacan y Taxco, eran materiales principales el oro y la plata.



viernes, 23 de noviembre de 2012

Las Castas Sociales

LAS CASTAS SOCIALES:

Al principio de la Colonia, a los mestizos no se les reconocía como tales. O se les tomaba por españoles o por indígenas, sin ser aceptados totalmente dentro de ningún grupo. Por eso, muchos padres de mestizos pagaban para que en el acta de nacimiento de sus hijos se les calificara de "español".

Castas :
A las personas que racialmente fueron el producto de mezclas de distintas razas se les denominó "castas".

Este heterogéneo grupo tuvo el mismo problema social que los mestizos. Si no se les podía ubicar claramente dentro de algún grupo racial, eran negados y discriminados por unos y otros.

Las castas muestran la complicada estructura social que se formó en la Nueva España. En el siglo de la Ilustración, el XVIII, se inventó una clasificación racial de las personas "mezcladas". En esta clasificación aparecía una variedad de posibilidades infinita. Algunas de ellas son:
De español e indígena - mestizo
De Indio con negra - zambo
De negro con zamba - zambo prieto
De blanco con negra - mulato
De mulata con blanco - morisco
De español con morisca - albino
De albino con blanco - saltatrás
De indio con mestizo - coyote
De blanco con coyote - harnizo
De coyote con indio - chamizo
De chino con india - cambujo
De cambujo con india - tente en el aire
De tente en el aire con china - no te entiendo
De mulato con tente en el aire - albarazado
Desde principios del siglo XVIII apareció en el arte la "pintura de castas". Es decir, imágenes plásticas que representan a la gente de acuerdo a su clasificación racial. Estas pinturas son muy interesantes porque reflejan la vida de la sociedad novohispana del siglo XVIII. Muestran las actividades a las que se dedicaban, la ropa que usaban y el lugar donde vivían.

Mestizos 
 Al principio de la Colonia, a los mestizos no se les reconocía como tales. O se les tomaba por españoles o por indígenas, sin ser aceptados totalmente dentro de ningún grupo.  Algunos mestizos fueron educados como caballeros y damas españoles porque la Corona consideraba humillante que un hijo de español fuera educado entre los naturales.

La mayoría de los mestizos era considerada "gente vil" y se les negaba el derecho de ocupar cargos reales, eclesiásticos o municipales. Por ello, el papel de los mestizos en la Colonia fue desde un principio un factor de inestabilidad, pues no tenía un lugar definido en la sociedad de su tiempo. Los mestizos fueron rechazados tanto por los indígenas como por los españoles.
Españoles peninsulares y criollos

La vida política de la colonia novohispana estaba en manos de una minoría de origen europeo, constituida en su mayoría, pero no exclusivamente, por españoles y sus descendientes.
En la Nueva España había dos tipos de españoles: los que habían nacido en España, a los que se llamaba "peninsulares", y los que habían nacido en América, es decir, los "criollos". Peninsulares o criollos, a todos los españoles se les llamaba coloquialmente "gachupines".

Aunque ante la ley los criollos eran considerados españoles, en la práctica no se les consideraba iguales. Desde el inicio de la colonia hubo tensiones entre criollos y peninsulares. Los segundos decían que las condiciones climáticas de América degeneraban el cerebro y mente de los europeos y por eso los criollos no eran tan capaces como ellos. Los criollos, sin embargo, insistían en que eran iguales y tan leales a la Corona como cualquier español. Obviamente, tanto criollos como peninsulares querían el control sobre las poblaciones indígenas y el acceso al poder político.

Aunque la mayoría de la nobleza novohispana era criolla y muchos de ellos se educaban en la Universidad de México y en los colegios religiosos, había límites al ascenso social de este grupo. El virrey siempre era español y los altos cargos del Ejército los tenían los españoles. Para colmo, las mujeres blancas preferían a los peninsulares antes que a los criollos. La marginación que sufrieron los criollos por los españoles y su reclamo de participar de la vida oficial del lugar donde habían nacido desembocó en un sentimiento que se ha visto como el despertar del espíritu nacional.

Finalmente, aunque la mayoría de los blancos tenían más oportunidades sociales que el resto de la población, también hubo blancos pobres que llegaron a la Nueva España con la ilusión de hacerse ricos. Como muchos de ellos no lo conseguían, se dedicaban a vagabundear. A éstos, se les agrupaba con los negros, mulatos y mestizos.
 
Negros y mulatos

Los negros fueron traídos a América en calidad de esclavos.

Eran más apreciados que los indígenas para el trabajo porque tenían más resistencia física y soportaban mejor el clima cálido y húmedo de tierras tropicales, donde se les ponía a trabajar en las plantaciones de caña de azúcar.

Como los negros no tenían lazos con los indígenas se les empleaba como capataces, a los que el indio temía y obedecía. Era un grupo social rebelde y hubo frecuentes rebeliones comandadas por negros o mulatos (por ejemplo la rebelión de Yanga en Veracruz). Además, hubo bandas de esclavos negros fugitivos ("cimarrones") que se convirtieron en bandoleros que vivían en la sierra y atacaban los caminos. Los españoles trataban de controlarlos poniéndoles severas restricciones.



Asiáticos
Algunos orientales (generalmente filipinos) llegaron a la Nueva España como esclavos de los españoles.

Laboralmente, no se les estimaba tanto como a los negros pero se apreciaba su rapidez y sus aptitudes para ciertos trabajos artesanales y oficios humildes. Los españoles definían a los asiáticos como "indios chinos", pagaban tributo como los indígenas y se les aplicaban sus leyes. Entre los españoles, los miembros de este grupo social vendían telas, velas, yerbas, aguardiente y muchos eran barberos.

Extranjeros y Judíos

Extranjeros
La entrada de extranjeros a la Nueva España estuvo muy controlada y vigilada por las autoridades españolas. Había una frase que decía: "que ningún moro (árabe), ningún judío, ningún reconciliado, ni hijo ni nieto de quemado pueda pasar a las Indias".

Un "reconciliado" era aquel que cometía un delito religioso, se le juzgaba en la Inquisición y se arrepentía públicamente.

A la Nueva España llegaron algunos extranjeros: de los estados de la monarquía castellana, como flamencos, italianos y portugueses. Algunos alemanes e italianos se dedicaron a la explotación de minas de plata, que exigía la participación de expertos en tecnología minera y fundición.

En las zonas comerciales, como el puerto de Veracruz, había extranjeros que vendían o compraban productos. También podían encontrarse en la corte del virrey y en las órdenes religiosas.

A los pobladores de los países protestantes se les prohibía la entrada a la Nueva España. Por eso, muchos extranjeros llegaron a esta colonia de manera ilegal y, ya en ella, se dedicaban al comercio ilegal.

Judíos
Los judíos fueron expulsados de España en 1492 por orden real. Muchos de ellos se convirtieron al catolicismo y viajaron a la colonia novohispana. A estos judíos conversos también se les llamó criptojudíos o marranos.

Había una enorme antipatía contra los judíos conversos. La mayoría practicaban su religión clandestinamente y eran vigilados muy de cerca por el tribunal religioso de la Inquisición.

Había tres principales centros de judíos en la Nueva España: la ciudad de México, Veracruz y Guadalajara. En su mayoría eran tenderos, vendedores ambulantes, ladrones y vagabundos. Algunos comerciantes judíos se dedicaban al tráfico de esclavos, importación de cacao venezolano y, sobre todo, a la compra-venta de telas de origen chino, español, noreuropeo y mexicano.

ACTUALIZADO POR: Galarza Apostol Sarahi

EL PROCESO DE EVANGELIZACION DE LOS INDIOS:

La evangelización en la Nueva España, también llamada conquista espiritual, fue un proceso que implicó mediante la enseñanza de la religión católica en los territorios de la Nueva España, la transmisión de la cultura occidental. La religión católica fue un elemento clave en la expansión del Imperio español y punto fundamental en su desarrollo posterior al ser la Iglesia Católica un aliado político de los españoles y los conquistadores, quienes justificaron en todo momento sus acciones expansivas en el derecho divino y la enseñanza de la fe católica para los infieles.
En el caso de la Nueva España la enseñanza de la religión fue una necesidad primordial al tener enormes núcleos de población en Mesoamérica con un grado avanzado de desarrollo religioso, así como estados teocráticos y prácticas opuestas a principios religiosos occidentales como el sacrificio humano y la poligamia. Millones de indígenas tenían que ser adoctrinados en el catolicismo por el Imperio español para dos fines fundamentales: la salvación eterna, el Credo católico y la integración inmediata a los usos occidentales.
España poseía a principios del siglo XVI aún el llamado espíritu de Reconquista para combatir a los infieles y la creencia en un plan divino para llevar el evangelio, la verdadera fe y la civilización a todos los rincones de la tierra, según las enseñanzas de Jesucristo, justificación ideológica adecuada para las acciones del primer imperio capitalista de la historia de la humanidad.
Carlos V y Felipe II Fueron los principales impulsores de este proceso que tuvo como protagonistas principales a los frailes de las llamadas órdenes mendicantes, las cuales además de atender las carencias espirituales indígenas con notables soluciones y métodos -que incluyeron esfuerzos importantes en arquitectura, pintura, música, teatro, traducción de textos y aprendizaje de lenguas indígenas- intentaron implementar entre las cantidades ingentes de indígenas mesoamericanos el estilo de vida europeo con alfabetización, enseñanza de artes y oficios, modos de gobierno y organización civil, leyes, urbanización occidental y la construcción de edificios de diversa índole.

ACTUALIZADO POR: Galarza Apostol Sarahi  

miércoles, 21 de noviembre de 2012

LA  LLEGADA  DE  LOS  CONQUISTADORES



Primeras expediciones:

Siglo XV
La expansion islamica en Asia cerro o encarecio las rutas tradicionales del comercio de Europa con oriente. En la busqueda de una nueva ruta que llegara a las Indias orientales rodeando el planeta por el Oriente.

1517
Francisco Hernandez de Cordoba incursiono por ves primera en el Golfo de Mexico.

1519
Cortes partio en 1519 a vivir lo que seria uno de los episodios mas sobresalientes de la historia.

La Conquista de Tenochtitlan y otras Campañas y expediciones.
 El proposito de Cortes era conquistar los territorios y a sus habitantes en nombre de La Corona Española y la fé catolica.. Desobedeciendo las ordenes del gobernador de Cuba desembarco en Isla en las Costas del Golfo de Mexico y fundo la Villa Rica de la Vera Cruz. Al llegar quemo sus naves para que sus soldados no pudieran regresar hasta lograr el objetivo. Cortes establecio alianzas con todos los pueblos descontentos con los mexicas. Los primeros en unirse fueron los totonacas y mas tarde los tlaxcaltecas, se enfrento el pueblo de Cholula y llego a Tenochtitlan, donde fueron bien recibidos, aunque Cortes apreso a los lideres mexicas.